Vivimos muy rápido, nadie puede poner en duda hoy en día el enorme stress adaptativo al que nos enfrentamos,
nuestro cerebro se tiene que ir adaptando las nuevas tecnologías. Teléfonos móviles, correo electrónico, noticias instantáneas, todo tiene que estar ya.
¿Nunca se ha preguntado si podemos hacer frente a todo esto?
La vida en la tierra ha cambiado más en los últimos 50 años que los últimos 500000. Nuestro cerebro se tiene que adaptar y en la mayoría de los casos le cuesta bastante. Problemas del sueño, fatiga, ansiedad y depresión, falta de memoria, tristeza, al fin y al cabo estas son las patologías de la era en la que vivimos.
Los peor adaptados, los cerebros más frágiles enferman. Cada día más enfermedades como, thda, autismo, esquizofrenia, pero también y de forma alarmante los suicidios.
¿Existe alguna forma de mantener nuestra mente y nuestro cerebro en condiciones óptimas y ser felices en estos tiempos tan revueltos?
¿Sabía que uno los fármacos más consumidos a nivel mundial son los ansiolíticos y los antidepresivos?
Esto da que pensar, algo estamos haciendo mal, la forma de vivir cada día más desnaturalizada por no hablar de lo que comemos. Lo importante no es lo que comemos sino lo que asimilamos
¿sabía que el estrés deprime el sistema inmunitario y generar una fragilidad nuestro intestino que impide que muchos de los nutrientes necesarios no sean asimilados?.
Parece utópico para toda la medicina naturista, esa frase mágica que decía Hipócrates “somos lo que comemos, también lo que debemos, también lo que pensamos”.
El modo en el que usted piensa y siente, depende directamente de lo que come, se ha podido demostrar que alimentarse de forma correcta incrementa el coeficiente intelectual, mejora el estado de ánimo y la estabilidad emocional reforzando la memoria y manteniendo una mente clara.
Cada día más enfermedades neurodegenerativas, Alzheimer, Parkinson, demencia senil, etc. Nuestro cerebro necesita alimento, necesita estabilidad emocional, necesita tranquilidad y actividad.
Le sugiero que haga deporte, sobre todo a partir de los 30, nuestra mente y nuestro cuerpo no están separados, son lo mismo.
El ejercicio aeróbico es un muy buen compañero de viaje para nuestro cerebro, existe un factor neuro trofico cerebral que el ejercicio aeróbico es capaz de pre cursar.
Esa maravillosa máquina que sólo pesa 800 gramos que se llama cerebro, necesita grasa, una de las más interesantes se llama fosfatidilserina, también la fosfatidilcolina. Estas grasas el cerebro las necesita para su estructura, cuando envejecemos el volumen merma, tome en su dieta grasas de buena calidad, e incorpore suplementación si empieza a tener problemas cognitivos.
La gasolina del cerebro no es el azúcar como nos hacían creer antiguamente, es el ácido glutámico, aminoácido maravilloso, excitatorio cerebral y como decía anteriormente la gasolina para su funcionamiento.
Para terminar si quiere mantener sus cualidades cerebrales, otro de los pilares básicos es el descanso, sólo el sueño reparador es capaz de eliminar datos innecesarios y reorganizar los datos adquiridos durante el día, sabemos que un sueño reparador de entre 07 y 08 horas es necesario para un buen funcionamiento del sistema nervioso y en concreto del sistema nervioso central el cerebro.
Su organismo es muy inteligente, si empieza a tener alteraciones el sueño le está avisando de que algo no va bien. Después de leer estas líneas creemos que intentará alimentarse correctamente, hará algo de ejercicio, mantendrá sus niveles de stress bajo control y dormira entre siete y ocho horas de sueño reparador. Se necesitan para ayudar al buen funcionamiento de su memoria.
Suplementos Zeus pone su disposición recuerda, estupendo producto con las dos grasas que anteriormente le citábamos y la forma acetilada de la l-carnitina, potente antioxidante neuronal, para preservar de las ingentes cantidades de radicales libres que hay en su cerebro