Drogas y alcohol

ES UN PROBLEMA SOCIAL,… ¿y una ENFERMEDAD?

Es considerada enfermedad, cuando el individuo, que consume las drogas, a involucrado ya su organismo y deja de ser una situación psíquica. Además la drogadicción es considerada enfermedad, cuando se necesita un tratamiento para salir de ella, y no puede ser controlada por el drogadicto.

En todas las sociedades se han consumido drogas desde la antigüedad, pero con el tiempo han ido cambiando las características del consumo. Esta situación es debida a la confluencia de factores sociales y sanitarios.

Para poder entender la razón por la cual la adicción al alcohol y/o las drogas es una enfermedad, hay que definir primeramente y con mucha precisión qué es una enfermedad.

La adicción a las drogas, al igual que la adicción al alcohol, es una enfermedad, y esto porque se encontró que los alcohólicos y los adictos a drogas tienen muchas cosas en común, entre otras la de perder el control sobre sí mismos cuando inician ingiriendo su droga favorita (alcohol, marihuana, tranquilizantes, inhalantes, cocaína, etc.), además de que tanto los consumidores fuertes de bebidas alcohólicas como los de drogas ilegales o los de inhalantes pueden perder la razón y terminar sus días en un hospital psiquiátrico o también acabar con su vida por una sobredosis.

DROGADICCIÓN SEGÚN LA CLASE MÉDICA  

La droga es el agente que infecta a las personas. Clasifican las drogas en a.) inocuas y b.) peligrosas.

Al considerar a la droga como activa en si misma, consideran a las drogas como flagelo. El flagelo que azota la humanidad, como en épocas anteriores fueron las plagas y pestes consideradas castigos divinos por los pecados de los hombres. La persona es el huésped en donde se aloja la droga.

El medio es el entorno en donde se trata de detectar la población vulnerable ante este agente peligroso, señalándose entonces los factores de riesgo.

Estos factores de riesgo son determinados grupos económicos, demográficos, sociales etc. Existe el peligro del contagio y se considera a la adicción como una enfermedad (la droga con su acción enferma a la persona). Se toma el criterio de nocividad.

DAÑOS QUE CAUSAN

Cerebelo: es el centro de la mayoría de las funciones involuntarias del cuerpo. El abuso severo de drogas daña los nervios que controlan los movimientos motores, lo que resulta en pérdida de coordinación general. Los adictos crónicos experimentan temblores y agitación incontrolable.

Corazón: El uso de drogas puede producir “Síndrome de Muerte Súbita”.

Nervios Craneales, Nervios Ópticos Y Acústicos: las drogas atrofian estos nervios, causando problemas visuales y pobre coordinación de los ojos. Además, destruye las células que envían el sonido al cerebro. Ello deriva en graves posibilidades de cegueras y sorderas.

Sangre: las drogas bloquean químicamente la capacidad de transportar el oxigeno en la sangre.

Sistema Respiratorio: se puede producir asfixia cuando no se desplaza totalmente el oxigeno en los pulmones. Además se presentan graves irritaciones en las mucosas nasales y tracto respiratorio.

Los efectos de las drogas sobre el cerebro

Cocaína, éxtasis, alcohol, heroína, psicofármacos… Todas las drogas que pueden provocar dependencia tienen una característica común: aumentan la cantidad de dopamina disponible en una determinada zona del cerebro: el llamado sistema de recompensa.

Una droga cuya estructura molecular se parezca a una sustancia producida de forma natural por el organismo, puede ocupar su lugar en los receptores específicos que el cerebro tiene para tal sustancia.

CONEXIÓN ENTRE DOS NEURONAS

En el interior del cerebro la información circula en forma de actividad eléctrica, llamada transmisión nerviosa; ésta circula desde las dendritas al cuerpo celular, donde son tratadas, antes de pasar al axón.

Existen tres modos de actuación sobre los neurotransmisores, según la naturaleza de las sustancias:
1 Algunas drogas imitan a los neurotransmisores naturales y, por lo tanto, los sustituyen en los receptores: la morfina, por ejemplo, se instala en los receptores de endorfina, y la nicotina, en los receptores de acetilcolina;
2 Otras aumentan la secreción de un neurotransmisor natural: la cocaína, por ejemplo, aumenta la presencia de dopamina en la sinapsis, y el éxtasis la de serotonina y dopamina;
3 Otras, en fin, bloquean un neurotransmisor natural: por ejemplo, el alcohol bloquea los receptores denominados NMDA.

SISTEMA DE RECOMPENSA

Pertenece también al sistema límbico; abarca el área tegmental ventral, es decir el mesencéfalo, que contiene neuronas de dopamina, y el núcleo caudado, donde se proyectan.

El sistema límbico, o cerebro de las emociones, es el lugar donde nacen nuestras reacciones cerebrales más primarias, al igual que la mayoría de nuestros deseos y necesidades vitales, tales como alimentarse, reaccionar ante una agresión o reproducirse. Por ello, existen en el cerebro circuitos cuya función es premiar estas funciones vitales mediante una sensación agradable o de placer. Este sistema se compone, entre otros elementos, del hipotálamo, del hipocampo y de la amígdala.

Las drogas, introducidas en nuestro cuerpo por diferentes vías, llegan alojadas en el torrente sanguíneo hasta el cerebro atravesando la barrera hematoencefálica. Una vez que han llegado al cerebro, lugar donde reside el control de las funciones superiores del ser humano, alteran su normal funcionamiento actuando sobre unas sustancias bioquímicas naturales llamadas ‘Neurotransmisores’.

Las señales nerviosas viajan a través de las células nerviosas, denominadas neuronas, que están conectadas entre sí por las sinapsis. En la sinapsis es donde se liberan los neurotransmisores, que actúan sobre la siguiente neurona en unos puntos específicos llamados receptores. La interacción de los neurotransmisores en los receptores produce una serie de cambios que permiten que la información vaya de una neurona a otra.

Las drogas alteran el funcionamiento cerebral modificando la producción, la liberación o la degradación de los neurotransmisores cerebrales de tal forma que se produce una modificación del proceso natural de intercomunicación neuronal y en la producción y recaptación de los neurotransmisores.

SINAPSIS

Para pasar de una neurona a otra, la transmisión nerviosa se transforma en mensajes químicos que toman la forma de una sustancia segregada por la neurona: el neurotransmisor. Existen distintos tipos de neurotransmisores: la dopamina, la serotonina, la acetilcolina… que se unen en el cerebro a receptores específicos. El neurotransmisor atraviesa el espacio situado entre dos neuronas, llamado sinapsis. En estos procesos es dónde actúan las sustancias psicoactivas, provocando interferencias de diversa naturaleza.

De esta forma es como las drogas logran alterar nuestra percepción sensorial, la sensación de dolor o bienestar, los ritmos de sueño-vigilia, la activación, etc. Estos cambios bioquímicos que se producen en el seno del cerebro se tratan con medicación con el objeto de restablecer el equilibrio natural y permitir el normal funcionamiento de nuestro sistema neurológico.

Para quienes no han tenido nunca ninguna relación con este mundo, cocaína y heroína suenan a lo mismo, a droga; sin embargo, hay grandes diferencias entre el perfil de un heroinómano y de un cocainómano.

Acompañamos cuadro diferencial e imagen de cerebro sano y cerebro afectado por la droga

  HEROÍNA COCAÍNA
   
Clase Social Clase media baja, sin estudios. Ambiente marginal Todas las clases sociales.
Consecuencias Se deteriora el aspecto físico, dolores musculares, alteraciones de la piel, frío. El mono tiene consecuencias físicas. Afecta en menor medida al estado físico. Es difícil detectar a una persona cocainómana. El mono se traduce en estrés, ansiedad y perdida neuronal importante.
Rehabilitación A los 6 meses se dan cuenta de que son adictos y se ponen en manos de terapias. No cuentan con el apoyo familiar. Es más difícil. Les cuesta darse cuenta de que son enfermos y no lo consideran como una droga. Suelen tardar más de cuatro años en ponerse en manos de profesionales. Muchas veces no acaban la terapia. Cuentan siempre con el apoyo de su familia.

 

 


ADJUNTAMOS ARTÍCULO PUBLICADO EN SALUD Y CIENCIA

Hacia una solución para el alcoholismo

UN NUEVO TRATAMIENTO RESUELVE EL 98% DE LOS CASOS SIN QUE SE PADEZCA
Lo llaman método de neurorregu1ación, y el propio J. J. Legarda, experto en adicciones, formado en el Reino Unido y con éxitos de tratamientos en Italia, Inglaterra e Israel, pide prudencia. “Aunque los resultados son muy satisfactorios, quisiera que instituciones, especialistas o científicos de otras áreas profundizaran en este tratamiento. El alcoholismo es un problema de tal envergadura que todo esfuerzo y toda colaboración son bienvenidas”.

FILOSOFIA DE BASE
El concepto sobre el que se asienta el nuevo tratamiento parte de que el propio alcohol provoca grandes alteraciones orgánicas y daña receptores neuronales fundamentales. Y esos trastornos no se suelen tener en cuenta cuando se trata de manera tradicional el alcoholismo. Hasta el punto de que -está demostrado- los fármacos que se emplean no obtienen la eficacia deseada, precisamente por el daño celular que el propio alcohol ha producido. El doctor Legarda es expresivo en este sentido: “Imagínese. que alguien que no sabe de la existencia de huesos trata a un paciente porque tiene dolores en una pierna. Le recomienda. reposo y analgésico, pero al no tratar el hueso, todo será inútil”. Ése es el principio: se parte de que el abuso de alcohol conlleva además deficiencias nutricionales, que se producen por la inapetencia que el alcohol da y, sobre todo, por la alteración intestinal, que impide la absorción de nutrientes, aunque el individuo se alimente. Y esa malnutrición repercute en la esfera psíquica del alcohólico. Por eso es muy difícil que se empiece una terapia de rehabilitación si el cerebro no tiene los nutrientes adecuados para, funcionar de manera correcta. Otro de los pilares es estrictamente farmacológico. Entre la nutrición y la farmacología, el paciente se desintoxica en apenas dos días; y la gran ventaja es que al no aparecer el síndrome de abstinencia (la abundancia de aminoácidos en la dieta lo consigue) se puede iniciar el tratamiento psicoterapéutico desde el mismo momento en que se comienza la desintoxicación.

RESULTADOS
Con toda prudencia, el doctor Legarda expone los resultados estadísticos. Nosotros hemos visto casos, reales y hemos podido oír sus testimonios. Es que realmente se cambia ante el tratamiento. No hay síndrome de abstinencia ni complicaciones de ningún tipo. En todos los casos se supero la fase de desintoxicación sin sintomatología de abstinencia. Después viene eso que estos especialistas llaman neuroadaptación. Durante un tiempo, las sesiones de psicoterapia son semanales y después se van espaciando según las necesidades del paciente. Hoy se puede decir que 24 pacientes están en ese proceso y que el éxito supera el 96 por ciento. Sólo uno de los alcohólicos ha abandonado voluntariamente el tratamiento.

UN ACCIDENTE
Es interesante destacar el punto de vista de la psicoterapia. En el Centro de Investigación de Tratamiento de la Adicción, consideran el alcoholismo, como un accidente. Y ésa es la postura con que se acoge al enfermo: como si hubiera sufrido un accidente. No hay nada moral que recriminar. Quien va a 140 kilómetros por hora con su coche y sufre una colisión, al llegar al hospital no se le dice que fue por culpa suya, ni por exceso de velocidad, ni por distraerse, no. No hay calificación moral. Es un accidentado. Aquí ocurre lo mismo. Se está ante un hecho doloroso para el que existen medicamentos. También gustan de decir que es un tratamiento de farmacología pura y dura. A veces con fármacos, A veces con suplementos dietéticos (proteínas, especialmente grandes cantidades de triptófano) que se utilizan como fármacos y, a veces, en fin, con el mejor fármaco posible: la palabra del psicoterapeuta. Debe quedar claro que no se trata de medicamentos extraños, sino de fármacos aprobados. Medicinas que quizá por la situación del paciente no se han utilizado en cantidades adecuadas o en el momento en que mejores resultados podrían dar. Por ejemplo, los recaptadores de la serotonina no se habían utilizado con dietas ricas en aminoácidos que facilitan la acción del fármaco. ¿Y si se recae? Casi siempre que se habla de rehabilitación alcohólica late el problema de la recaída. Se tiene asumido que el alcohólico rehabilitado si un día bebe, es fácil que abandone toda terapia y recaiga en el alcoholismo. De hecho, muchos de los tratamientos actuales utilizan fármacos interdictores; es decir, fármacos que reaccionan ante el alcohol provocando rechazo, náuseas, malestar. Así, quien está a tratamiento no sueña con los cálidos efectos del alcohol, sino con la incomodidad que una gota podría producirle. Estos fármacos de rechazo se utilizan en este nuevo tratamiento, pero siempre contando con el apoyo del psicoterapeuta.

FUTURO
El futuro es, cuando menos, prometedor. El doctor Legarda esta suscribiendo contratos con organizaciones científicas y con distintos centros sanitarios con el fin de disponer de un numero suficiente de camas, mientras se forman especialistas en esta psicoterapia (los actuales llevan más de cinco años de formación). La desintoxicación se realiza en un centro sanitario en apenas dos jornadas. Se realizan pruebas analíticas previas y se inicia el tratamiento farmacológico, alimentario y psicológico de manera simultánea. El precio se sitúa en torno a las

CARACTERISTICAS DE LA ALCOHOLDEPENDENCIA
o Conducta orientada prioritariamente a la búsqueda del alcohol
o Aumento de la tolerancia del alcohol.
o Síndrome de abstinencia.
o Alivio o evitación de los síntomas de abstinencia bebiendo.
o Recaídas tras períodos de abstinencia.
o Conocimiento subjetivo de la compulsión a beber.
o Progresivo estrechamiento y pérdida de diversificación en el
repertorio de circunstancias de consumo.

EL ALCOHOLISMO, HOY
La alcoholdependencia, o síndrome de dependencia alcohólica, es entre las posibles adicciones la de mayor incidencia en la salud pública. Las facilidades de obtención, su bajo precio, la comodidad de su transporte y sus cualidades rápidamente euforizantes hacen que su consumo sea imparable. Se califica como una enfermedad multifactorial, en la que influye desde una predisposición personal hasta una genética, pasando Por causas sociales, profesionales, culturales y económicas. Sus consecuencias no se limitan a los efectos sobre la salud de las personas, sino que hay otro capítulo importante, como es el de los problemas sociales que genera. Es directamente responsable del 27 por ciento de los abusos a niños, de la cuarta parte de -los casos de violencia doméstica y de uno de cada tres accidentes de tráfico. Es la causa principal de buena parte de los procesos de separación de las parejas, de los problemas de inestabilidad en el empleo, de inseguridad económica de las familias, y de los casos de marginación social

QUIÉN DEMANDA
Al igual que influyen muchos factores en el desarrollo de una dependencia alcohólica, muchos son, los elementos que pueden movilizar al enfermo a demandar tratamiento. Aunque puede haber circunstancias que estimulen un cambio de carácter positivo (maduración, autoidentificación, etcétera), habitualmente el alcoholdependiente no solicita tratamiento por el deseo de dejar de beber, sino porque se le presiona y obliga. Casi siempre, la demanda es motivada por asuntos familiares, laborales, de salud y, en los últimos tiempos, por problemas penales. Existe una “incapacidad” para tener una conciencia adecuada de la situación. A muchos enfermos les cuesta reconocerse como personas con problemas con el alcohol debido a su interrelación social con otras personas con el mismo hábito; es decir, en un mundo de iguales, donde el alcohol es el mediador de la relación. Según algunos estudios, el 60,2 por ciento de los individuos sospechosos de ser alcoholdependientes cree que bebe una cantidad normal de alcohol. Son la familia, el sistema sanitario, los responsables laborales o el sistema legal los que presionan y “hacen ver” al enfermo la necesidad de someterse a tratamiento.

LA FOSFATIDILSERINA JUNTO CON LA ACETILCOLINA Y LA ACETILCARNITINA SON MOLECULAS QUE TRASPASAN LA BARRERA HEMATOENCEFALICA Y CONTRIBUYEN A PALIAR EL DAÑO OCASIONADO POR LAS DROGAS.

Bibliogarfia

American Psychiatric Association (1995). Manuel diagnostico y estadístico de los trastornos (4ª ed.). Barcelona. Autor.

Belloch, A., Sandín, B. (1996). Manual de psicopatología. McGraw-Hill Interamericana. Espar.
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Washton, A. M. (1995). La adicción a la cocaína. Barcelona. Paidós.
Weiss, R.D. Mirin, S. M. y Griffin, M.L. (1992). Trastornos por abuso y dependencia de drogas psicopatología. En M. Casas(ed). Trastornos psíquicos en las toxicomanías. Pp 19-31. Barcelona. Neurociencias.